En esta entrada, se analiza una de las funciones docentes: “planes de evaluación” observadas en el documental “Pulso al fracaso” emitido en Documentos TV con fecha 16/01/2010
Artículo 91.1.k) La participación en los planes de evaluación que determinen las Administraciones educativas o los propios centros.
“Pulso al fracaso” – Documentos TV 16/01/2010
En este reportaje nos habla de las actividades, funcionamiento y experiencias de un centro de segunda oportunidad para jóvenes desahuciados por el sistema educativo convencional.
En él podemos ver cómo en el centro de la Fundación Tomillo, no se preocupan tanto por hacer que estos jóvenes, adquieran los conocimientos que les permitan pasar un examen que les otorgue el título de graduado escolar, no; esa batalla está perdida para ellos y por ese camino no se les va a poder reconducir.
De lo que sí se preocupan, es de darles una ilusión, una motivación, una esperanza de no quedarse fuera de un sistema que no cuenta con ellos, pero del que ellos no se quieren descolgar. Se preocupan de que ellos tengan conciencia de su validez y de sus capacidades para logar las metas que se plantean, que no son más que las básicas, tener un trabajo digno, una casa y poder formar una familia.
Para ello, forman a los jóvenes en el aprendizaje de un oficio, al mismo tiempo que le dan unos conocimientos académicos mínimos para poderse defender en el día a día, tanto personal como laboralmente, y unas normas básicas de conducta y habilidades sociales de las que carecen y que son necesarias para que el sistema les acepte, como la puntualidad, el respeto, cómo comportarse en una entrevista de trabajo, etc.
Esta formación culmina con la realización de unas prácticas en empresas que colaboran con la institución, donde pueden ganarse un dinero, adquirir una experiencia y en algunos casos, tener la oportunidad de un contrato de trabajo.
La evaluación que se hace de cara a las Administraciones Educativas, es la obtención del graduado escolar, siendo muy flexibles con los requisitos académicos, no negándoles ese recurso que les va a ser tan necesario.
La evaluación que se hace en el propio centro, se centra en la consecución de su formación humana y social, dándose por satisfechos con que los jóvenes hayan adquirido unos conocimientos académicos mínimos, hayan aprendido un oficio y hayan adquirido unas competencias sociales que les permitan desenvolverse en el día a día.
Paralelamente, tienen un programa de recuperación de aquellos jóvenes que ya ni siquiera acuden al centro a formarse, para sacarles de la calle, ofrecerles una oportunidad y hacerles ver que no está todo perdido para ellos.
A mí lo que no me gustó nada es la forma en la que le quitó el papel donde estaba dibujando. Puede que no fuera el momento de dibujar, pero la forma de hacerlo no es correcta, la creatividad nunca hay que tratarla con desprecio. Otras cosas sí están bien, pero eso yo lo cambiaría.
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