LA EDUCACION DE ALEJANDRO MAGNO

Filipo II, rey de Macedonia y dueño de un ejercito con el que pretendía unificar toda Grecia bajo el mando macedonio, aprovechando su poderío militar, superior al de cualquier polis griega del momento, sabía que no bastaba con someter a los griegos por la fuerza; necesitaba que considerasen a los macedonios, no como bárbaros, sino como iguales a atenienses y espartanos.

Ya era tarde para él, pero no para su hijo Alejandro.

A parte del entrenamiento militar, educación esperada para un rey en aquella sociedad, Filipo tubo la visión de educar a su hijo también en las artes y las ciencias, hacer de él una persona culta, que no se le pudiera considerar de menor nivel social que los príncipes del resto de Grecia.

Para ello, se aprovechó de la relación que tenía con Aristóteles (el padre de Aristóteles, Nicómaco, era el médico de Amintas III, padre de Filipo II) para que fuese él quien educara a Alejandro, enseñándole gramática, retórica y filosofía, ciencias políticas y naturales, medicina y astronomía, geometría, música y clases centradas en Homero.

Pero la visión educativa de Filipo no quedó ahí. Quiso que la mejor educación que podía dar a su hijo, la tuvieran también los hijos de sus nobles y generales, de manera que nadie fuese más que nadie mientras se estaban formando, fomentando de esta manera el compañerismo y la amistad de quienes estaban llamados a ser sus colaboradores en la tarea que Filipo preparaba para su hijo; la conquista de Persia.

Podemos, por tanto, establecer un paralelismo, salvando las muchas distancias, entre la idea de educación que planteaba Filipo II para su hijo y sus compañeros, con el estilo de educación actual, en aspectos como la necesidad de formarse para lo que necesita la sociedad, con contenidos específicos para el desempeño de sus futuras funciones (formación militar en su caso y para los distintos puestos de trabajo en la actualidad) y la necesidad de formarse como personas, desarrollando su parte humanista y artística (lo que aprendió de, con y a través de Aristóteles en su caso y las distintas competencias en la actualidad), aprendiendo habilidades sociales que más adelante le servirían para comunicar, motivar y liderar a su ejército y a su pueblo en los proyectos que emprendió.

Alejandro Magno, conquistó en 10 años hasta que murió a la edad de 33, un imperio que se extendía desde Grecia y Egipto hasta la India, forjando el mayor imperio conocido hasta esa fecha.